Alojamiento en Manyeleti

Apartada de los recorridos más concurridos, sin una sola carretera asfaltada a la vista y con un puñado de lodges repartidos por las 23 000 hectáreas de sabana virgen, Manyeleti es un verdadero tesoro oculto. Los lodges son de primera clase y el avistamiento de animales es excepcional.

Fundada en 1963, la reserva de animales Manyeleti comparte una franja no vallada con el Parque Nacional Kruger y la [~81,1,lower~] al sur, y con la [~86,1,lower~] al norte, de modo que es una intersección de caminos en la que los animales pueden moverse en cualquier dirección. Es el lugar perfecto para los animales, entre frondosas arboledas, pequeños montículos rocosos y vastas praderas de sabana. Manyeleti tiene un gran número de mamíferos, incluidos los cinco grandes, además de 300 especies de aves, por lo que es un auténtico paraíso tanto para los amantes de la vida salvaje como para los ornitólogos.

Manyeleti significa “lugar de las estrellas” en la lengua de los shangaan, un nombre muy adecuado para la reserva, tal y como podrá comprobar en una noche clara. Los guías de los lodges de lujo de Manyeleti se enorgullecen de sus conocimientos sobre los cielos nocturnos y estarán encantados de responder a todas sus preguntas. La particularidad de Manyeleti es que es una zona reclamada con éxito por la tribu Mnisi, habitantes de esta tierra durante muchas generaciones. Actualmente administran la reserva de animales con el compromiso de conservar la integridad de la reserva y explotar su potencial turístico para el beneficio del pueblo Mnisi y de las comunidades de los alrededores.

Aquí los lodges se encuentran en lugares apartados y son lujosos, el avistamiento de animales es excelente y la experiencia, inolvidable. Todos los lodges de la reserva Manyeleti son de propiedad privada y arrendan una concesión de tierra dentro de la reserva. Hay 200 kilómetros de caminos de grava, aunque los vehículos de safari pueden salirse de la carretera. Eso le permitirá vivir una auténtica aventura en la sabana, en contacto directo con la espectacular fauna salvaje. 

Tanto si se hospeda en lujosos chalets con techado de paja como en campamentos de safari en tiendas con reminiscencias de la época clásica de los safaris, no deje pasar la oportunidad de dedicar tiempo a contemplar el cielo estrellado de África. Dado que la presencia de iluminación artificial es escasa o nula en la reserva, disfrutará de un manto de estrellas como nunca antes haya podido observar. Por suerte, su guía conoce bien la vida salvaje y el cielo nocturno, por lo que si no encuentra la Cruz del Sur, no tiene más que preguntar.

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