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El cañon del río Fish, el segundo más grande del mundo, ubicado en el Parque Transfronterizo Ai-Ais Richtersveld, es una maravilla natural en Namibia que ha tomado quinientos millones de años en formarse. Con 160 km de longitud, 27 km en su punto más ancho y barrancos de hasta 550 metros de profundidad, no es exageración decir que su majestuosidad es incomparable en el continente africano.
El cañón es una meca para turistas, excursionistas, fotógrafos y amantes de la naturaleza, quienes viajan de todas partes del mundo para admirarlo o recorrer su impresionante extensión, una travesía que requiere excelente condición física y cinco días para completar. Los aventureros menos experimentados pueden explorar porciones del cañón en tours guiados y familiarizarse con la fascinante fauna y flora de una de las regiones áridas de mayor biodiversidad del planeta, que alberga antílopes saltarrocas, zorros orejudos, cebras de montaña, tortugas e incluso leopoardos y hienas.
El río fluye de manera interminente y, mientras que la mayor parte del año es solo una colección de lagunas en la ribera, durante la temporada de lluvias ostenta una poderosa corriente. La entrada principal se encuentra junto al campamento Hobas y a diez kilómetros de aquí alcanzará Hell’s Bend, el divisadero más popular del lugar.