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Las palabras suelen ser inadecuadas para capturar la grandeza de las Cataratas Victoria, pero si busca una descripción acertada, quizá la mejor es su nombre en tonga, “Mosi-oa-Tunya”, el cual significa “el humo que truena”. Extendiéndose por casi dos kilómetros y con una caída de unos 108 metros, este Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO es la catarata más grande del mundo —gracias al increíble volumen de agua que cae de sus riscos cada minuto. Situadas casi a mitad del río Zambeze y abarcando dos países, las Cataratas Victoria y sus alrededores ofrecen una variedad de alucinantes experiencias para los adictos a la adrenalina. De saltos en bungee, también conocido como puenting, hasta rafting en aguas bravas, hay mucho por hacer. Los menos aventureros también pueden disfrutar de otras actividades como paseos a caballo o bicicleta de montaña.